Siempre quise ser periodista, pero habiendo nacido en un lugar donde los que no son amigos de los ajeno son meretrices, daba lo mismo soñar con eso, que con ser el mejor galeno de algún nosocomio.
Los custodios del orden que persiguen a los fascinerosos que pululan por la zona, siempre me decían: Saque usted sus propias conclusiones , a pesar de nuestra ardua labor policíaca, siempre hay un nuevo occiso por recoger y nunca falta un desquiciado sujeto que dando rienda suelta a sus bajos instintos comete un execrable crimen.
Y tienen razón, hace poco mientras observaba un impecable operativo policial, donde los efectivos desbarataban un prostíbulo clandestino, se desato un incendio dantesco y de grandes proporciones.
Los parroquianos, entre los que se encontraba un hombre de ley, realizaron una numerosa manifestación, alentados por una trabajadora sexual.
Todos se encontraban en aparente estado de ebriedad, y no falto uno que decía conocer al jefe de estado.
Esto sorprendió a propios y extraños. Se sospechaba que el siniestro fue perpetuado por el letrado quien negaba ser siquiera el autor intelectual. Los bomberos no podían hacer mucho porque carecían del liquido elemento y no se daban abasto para atender a los heridos y poli contusos.
De pronto, el que decía conocer al primer mandatario, rompe su silencio y confiesa haber iniciado el fuego, donde encontró fatídica muerte un prospero empresario del emporio comercial de Gamarra.
No tengo palabras para describir esto pero el hecho aconteció mientras libaba con una fémina, de pronto subió la temperatura de la conversación y el sujeto quiso dar rienda suelta a sus bajas pasiones. El lugar era una bomba de tiempo, y la meretriz quien presuntamente sería la madre de un robusto bebe, no pudo presagiar que la tragedia tocaría su puerta.
En medio de aquella tensa calma, comenzó el operativo policial y se desato una hecatombe, todos corrían , un hombre sufrió una aparatosa caída, la policía esta tras los pasos de un sujeto que corre hacia el fondo, un efectivo dispara con su arma de reglamento pero falla en su intento.
No puedo revelar mis fuentes, pero ese habría sido el preciso instante en que el despechado sujeto llevo a cabo su maquiavélico plan e incendio el local.
Mientras la policía lo ingresaba al patrullero un reportera le pregunta: ¿Usted es inocente? ¿Que nos puede decir al respecto? Luego observa a una mujer que dice ser la madre del difunto y le dice: Señora ¿como se siente después de ver a su hijo completamente quemado?
El capitán de la policía indica que todavía siguen las investigaciones y la burgomaestre tranquiliza a los pobladores.
El cadáver recibió un multitudinario adiós luego de haber sido examinado por los peritos, se publicaron fotos pero creo que esas imágenes pueden herir su susceptibilidad, solo nos queda rogar que las autoridades correspondientes puedan solucionar este caso mientras el empresario recibe cristiana sepultura.
Seguiremos informando desde el lugar de los hechos, adelante estudios.
