Al igual que muchos, me creé una cuenta de Twitter años atrás, ingresé todos mis datos y puse un ávatar (creo yo) decente. Ya era parte del famoso servicio de microblogging, pero una vez dentro me di cuenta de que no sabía NADA.
No sabía por dónde empezar. Mi primer tuit fue "Hola, ¿hay alguien aquí?". Nadie (como es obvio) me respondió, así que me aburrí y me fui, y durante los siguientes años ni siquiera volví a mirar esa cuenta.
Cuando por fin alguien me explicó (de manera superficial) cómo funcionaba, regresé emocionado, decidido ahora sí a vivir la "experiencia Twitter" en su totalidad.
Empecé siguiendo cadenas de noticias, periodistas y uno que otro bloggero medianamente conocido. Y, aun cuando esta vez entendía los principios básicos de esta red, todavía tenía mucho por descubrir.
Estaban los que querían enseñarles a todos las manera en que debían hacer las cosas, los indignados, los sobones, los chistuiteros, los que copian chistes como si fueran propios, los que critican a los que roban chistes, las cuentas fake, las sextuiteras, los asexuados, los futboleros y los trolls, entre otras miles divisiones y subdivisiones.
Y de eso de trata este blog: de ser solamente una mirada a todo ese mundo, apenas una pequeña ventana para todos aquellos que, al igual que yo, estamos ávidos por conocer un poco más acerca de nuestra propia Tuiterlandia.