martes, 31 de julio de 2012

@ArrobasMag: La Primera Revista de Twitter

Editorial

arrobas #1


Arrobas me parecía una buena idea hasta que a mi mamá le pareció lo mismo.

¿En serio la entendió? ¿Y encima le pareció buena? No por desmerecerla, pero que esa buena opinión venga de la misma mujer que un tiempo atrás me preguntó: “Che, Tri, ¿hay buenas recetas en Twister?”, fue suficiente para, por lo menos, plantearme la duda.

Resulta que estaba en el cumpleaños de un twittero, rodeada de twitteros, hablando de otros twitteros, donde interrogantes como si ¿tal será hombre o mujer?, ¿cuántos followers se merece mengano? o si habría que llamar a servicios sociales para ayudar a los hijos de más de uno eran Trending Topic. Y entre la fascinación y la saturación se me ocurrió que el microclima de Twitter es bastante parecido al de la vida real: están los famosos porque se lo ganaron en buena ley, los famosos por lindos, por inteligentes, por revolucionarios, por “hijos de”. Están los fanáticos, los fans, los desconocidos, los indiferentes, los que quieren pertenecer y hacen todo para que parezca lo contrario y los que quieren pertenecer y deberían hacer un poquito para que parezca lo contrario. Están los que no lo entienden y los que lo entienden demasiado.

Así como existe una Caras, una Gente o una Hola.... ¿Por qué no hacer una revista de Twitter? 

Algo con arrobas y la vida real…

Bienvenidos a algo con eso, entonces.

lunes, 30 de julio de 2012

Esta relación adictiva tiene nombre propio

@megumikudzuma
Sí. Twitter se está convirtiendo en una relación cada vez más adictiva.

Una de las razones por las que abandoné un poco (bastante) el blog ha sido Twitter y su microblogging. También hay otras razones, pero ahora no vienen al caso.

De acuerdo a mi perfil, me creé la cuenta un 26 de junio del año 2009. Y me pasó lo que le pasa a todos, creo. Al principio no sabes qué poner. Al menos yo me sentía rara intentando compartir experiencias o pensamientos en 140 caracteres. Me preguntaba: ¿qué decir y qué no?

Poco a poco empiezas a ver lo que ponen los demás. Empiezas a seguir a tus amigos, celebridades, gente random, personas comunes y corrientes, individuos como tú: con sus dilemas, pensamientos sueltos, problemas, etc. Y te empiezan a seguir. Y se crea toda una red de contactos muy interesante y dinámica. Una red de la cual luego es difícil escapar.

Creo que el perfil de cada tuitero se va configurando según su propia personalidad, pero también de acuerdo a la gente que sigue. Al leer a los demás, uno se va dando cuenta de que puede compartir cosas simples como bizarras.

Twitter te permite conocer gente de todos lados, de mundos distintos al tuyo, de realidades opuestas, con ideas distintas, con contenido interesante que compartir. Twitter también te hace reencontrarte con personas de tu pasado que tenías guardadas en rincones de tu baúl de la memoria.

Digamos que, para muchos, Twitter puede parecer una herramienta acosadora (stalker). Para mí, Twitter y el microblogging se convirtieron en algo más cómodo, fácil y rápido que el blog tradicional. No tenía que elaborar mucho: sólo pensar en cómo decir algo sin pasarme del límite de caracteres. O solo decirlo sin pensar.

Escribir un post de un blog requiere de todo un proceso de pensamiento y redacción que demanda más tiempo. Toda una pre-elaboración de contenido de forma que sea de fácil lectura, entretenida y, a la vez, completa. Twitter te permite escribir y compartir lo que piensas y sientes en un segundo (o más, dependiendo de la velocidad de tu Internet, o lo que te demores en escribir).

Yo, tuitera 2012, he evolucionado al punto que ahora escribo hasta por las puras, como dicen algunas personas que me siguen. Sin embargo, creo que han terminado por acostumbrarse y darse cuenta de que de eso se trata. Escribir sin esperar una respuesta muchas veces. Simplemente es satisfacer esa necesidad de expresión que muchas veces no basta con decirlo a una pared. Es mejor decirlo en Twitter, donde al menos hay alguien que te va a leer.

De eso se trata: botarlo todo, para que no te carcoma por dentro.


http://cosasquepasanenmicabeza.blogspot.com/

TheMaxxProject

El primer mes - La reunión

Ha pasado un mes desde que se creó este blog. Un mes donde personas que no conocía colaboraron con Tuiterlandia, aportando no sólo con su trabajo, sino con su buen humor y su disposición a ser parte cada semana del blog. 


Quise juntar a todas aquellas personas que participaron durante este mes, así que los cité a todos un día lunes a las 8pm con el temor de pensar qué pasaría al juntar a varios tuiteros que no se conocen. Así pues, la idea era que se conocieran y pasar un buen momento.

Desde un inicio sabía que no asistirían @azpirrina, @la_histerica, @rodrivios, @trainsporking ni @tumbluroso. Mientras esperaba, recibí el aviso de cancelación de @alecavag. El punto de encuentro fue en Miraflores (puerta de la iglesia). Llegué a las 7:30pm y me senté en una banca cercana, donde podría verlos llegar sin llamar la atención, observarlos sin que ellos me vieran.

Las primeras en llegar fueron @katiuskaFlores y @La_magacha, aunque creo que siempre estuvieron ahí (algo me hace pensar que eran la pareja arrinconada en un árbol que, de vez en cuando, observaba). Luego me llamó el señor @torosincuerno, avisándome que estaba llegando en compañía de @telasopapeo (está claro que son pareja, ¿no?). Mientras llegaban, yo seguía contemplando las efusivas muestras de cariño por las dos antes mencionadas. Asumí que mi papel era la de camarógrafo. Llega Toro con el Oso y saludan a las chicas como si fueran sus novias, con beso (ambas mejillas), abrazo, nalgada y cargada. Ahora sí quería tener una handycam. 

Empezaron a conversar cuando, al cabo de unos 15 minutos, veo cómo un joven se les acerca directamente (todos alistando las moneditas para comprar algún dulce) y le pregunta a @telasopapeo: "¿Ustedes son tuiteros?" (definitivamente, esta fue la frase de la noche), a lo que el oso asiente. "Hola,  #YoSoy Puto". Un silencio infernal se hizo notar. Todos con miradas perdidas, hasta que el oso dice en voz alta: "¡¡¡PUCPTO!!!" (sí, era @pupcto). Luego llegó @mariajose_qt trolleando al frío. "Si vienes con puti-short y panties, no vas a tener calor", le dijeron. Luego, la conversación es interrumpida por alguien que grita a lo lejos “¡¡Amigos!! ¡¡Amigos!!” Sí, era @megamanpe en compañía de @mutante_albino (está claro que también son pareja, ¿no?)

Fue raro ver a @megamanpe en terno. Parecía evangelista. Conversaron un poco sobre qué les parecía Tuiterlandia, mientras @katiuskaflores y @la_magacha seguían arrinconándose mientras los viejitos que pasaban gritaban: "¡¡RESPETEN LA CASA DE DIOS!!"

Una llamada me avisa que estaba llegando: era @hijadecura, la fotógrafa oficial de Tuiterlandia. Empezaron a conversar un poco, comentar temas relevantes y culturales de la actualidad (como Pepe Vasquez y el Angelito del 11), mientras, a lo lejos, observo llegar al Sr. @0scartaker, un poco tarde (al parecer, no lo dejaban salir). Luego de risas enfocadas, pude ver cómo una reunión de tuiteros se resume en que cada 30 segundos revisan sus móviles para tuitear o chequear su TL.

Decidieron ir a comer al ver que no llegaría, pero faltaba algo, o mejor dicho alguien: la mami de todos, @mamiganza, alegando que estaba en Shell (2 cuadras) hacía media hora. La esperamos hasta que la vimos llegar en un caballo blanco. Era inevitable no agarrar confianza con personas que lo único que hacen es divertirse y pasarla bien: @megamanpe poniéndole chapas a los demás, Katiuska y La Maga filmando su propio corto porno, @telasopapeo tuiteando las idioteces que se le ocurrían y avisándole a alguien presente que tenia un DM.

Quiero aclarar que todos son igual o más quemados que en sus cuentas. Luego de soltar unas cuantas carcajadas, se fueron a comer algo. El lugar elegido fue Bembos. Entran y se sientan. Si no me equivoco, estuvieron ahí unos 20 minutos conversando y posando para la foto a cargo de @hijadecura. Luego se pusieron de pie y empezaron a debatir entre si comer en Bembos, McDonalds, KFC, Miguel o ChaufaBroaster. Luego de discutir sobre la comida chatarra, escuchar que algunos están a dieta y otros son vegetarianos, se deciden por  KFC.

Entran y @telasopapeo empieza a preguntar gritando: "¡¿Cuál es la cola para tuiteros?!" Por suerte el de seguridad lo sacó. En honor a @megamanpe, piden varios “Megas” y a esperar. Fueron a sentarse con mucho humor, mientras todos socializaban muy bien (y mientras @torosincuerno conversaba con sus amiguis, como les dice él, los pedidos llegaron. Todos comiendo tranquilos hasta que @mutante_albino fue por su pedido. En ese entonces, otra vez el Oso espeso se paró y gritó: "¡¿Por qué el pedido del negro está antes que el mío?!" Todos se sentaron en otra mesa dejando solo al oso, conversando y debatiendo temas de índole internacional: @pupcto conversa con @megamanpe y @mutante_albino, mientras @katisukaflores y @la_magacha siguen demostrando su amor, @hijadecura con @mariajose_qt conversan cosas que no escucho e intercambian frases que no tenían sentido, pero eran entendibles.

El primero en irse fue @0scartaker (tenía que irse o le pegaban en la casa). Luego de devorar a la familia de @megamanpe, empezaron a retirarse; cada uno iba a lugares diferentes. Dieron la oración a @dios_padre y que los cuide. Algunos se fueron juntos; otros, solos, pero todos en la misma combi.

Me sentí satisfecho. Había sido un mes emocionante y todas aquellas personas lo hicieron posible. Cuando el último terminó de salir, me levanté del lugar desde donde los había observado atento todo ese tiempo, cogí mis bolsas y caminé hacia esas calles frias. Tenía que trabajar. Esas frunas no se iban a vender solas.

Tuiterlandia.


domingo, 22 de julio de 2012

sábado, 21 de julio de 2012

La Desubicada sabe Inglés

Nuestro encuentro había sido planeado con mucha anticipación.

La primera vez que la contacté aceptó de manera amable, pero me hizo saber que, durante las siguientes dos semanas, le sería imposible. Dudé. Había escuchado mil rumores sobre ella y su carácter.

Hoy debo decir que todos eran infundados, pero en aquel entonces no lo sabía. Aun así, prometí esperar ese tiempo; no solo porque después de leer su blog y seguirla en Twitter me parecía muy divertida e interesante, sino porque, además, varios tuiteros me hicieron saber que les gustaría leer esa entrevista.

El día había llegado y Alessandra había escogido a @mamiganza como su acompañante para aquella noche; por mi parte, mis elegidos eran el @Mutante_albino y el oso @Telasopapeo. Creo que debí decidirme por alguien más pequeño porque, cuando las chicas nos vieron, se pudo notar cierto temor en sus ojos. Era entendible: el Mutante en vivo es más feo que en su ávatar.

Alessandra nos mira confundida. Me agrada mucho que, a pesar del temor que podría significar encontrarse con un trío de extraños, su buena onda pudo más y aceptó vernos, aunque (según imagino) habiendo tomado todas las precauciones del caso. Ella y mamiganza están paradas en el Media Naranja y las observo desde lejos. Alguien más las acompaña y eso me parece raro. “Si van a venir con guardaespaldas, por lo menos que no sea talla XS”, pienso.

La primera cosa que noto es que parece mucho más joven de lo que es. Aunque siempre está atenta, se le ve bastante relajada.

Nos presentan a su amigo y, mientras buscamos algún lugar donde empezar nuestra entrevista, la noto dubitativa, como reconsiderando la decisión tomada.

Tenía un poco de nervios con ella. No sé por qué, pero la alucinaba bastante seria. Ahora la miro y me da temor, pero de que se vaya a romper o algo así. La imagino chiquita y frágil, pero después de la primera carajeada que me lanza me doy cuenta de lo equivocado que estoy.

@Tuiterlandia: Te veo bien chibolita.
@Alecavag: ¿De verdad? Ayer un huevón me dijo que parecía de 30.
@Tuiterlandia: Debe ser por tu avatar (cuando hicimos esta entrevista tenía otro, el cual cambió, creo, por estos comentarios L)
@Alecavag: Sobre esa foto hasta me dijeron que parezco a Rosario Ponce. Llegando a mi casa cambio de avatar.
@Mamiganza: Además, cuando hablas del amor parece que tuvieras 100 años, jajaja
@Tuiterlandia: ¿Te pasa algo? Pareces medio distraída. ¿En qué piensas?
@Alecavag : No puedo mirar al @Mutante_albino sin dejar de pensar que es igualito a la morsa de Alicia en el país de la maravillas.

Tiene una polera blanca con una caricatura de un erizo disparando una pistola de rayos láser. Nos cuenta que fue mamiganza quien lo hizo.

Le pasan cosas increíbles, como que se le salga el timón de la bicicleta mientras maneja o que le caigan gotas de agua en la cabeza (frente a nuestros ojos) mientras nos encontramos bajo techo dentro de un establecimiento de comida rápida.

Le hago un comentario sobre un programa nacional de talentos y se ríe de manera condescendiente.

@Alecavag: Ese tipo de programas me parecen ridículos.
@Mamiganza: Y peor acá, porque, habiendo talentos, solo van a poner el programa pura porquería, ¿manyas? Les dan pantalla a los que harán reír. Es lo que hacen mucho en Yo Soy.
@Alecavag: Claro. En realidad, la gente que tiene talento no sale en esos programas. Son como caletas.
@Mamiganza: Aunque yo no puedo comentar mucho al respecto porque no tengo televisor.
@Tuiterlandia: Me he quedado impactado al saber que tienes 22 años.
@Alecavag: Es la ropa también. Es mi look de chibola.
Tiene la sonrisa a flor de labios, y se carcajea sin ningún temor.

Mamiganza saca unos lentes y un bigote y empiezan a jugar con ellos. Alessandra se los pone y modela junto a los celulares. Se toma una foto y parece la hermana de Luis Carlos Burneo. Nos cuenta que no entiende por qué todo el mundo trollea a Spencer.

@Tuiterlandia: ¿Por qué tuiteas?
@Alecavag: Porque me gusta. Porque no tengo nada mejor que hacer; me libera.
@Tuiterlandia: ¿Dices cosas en Twitter que no dirías en la vida real?
@Alecavag: Depende de las cosas, pero creo que tanto en el Twitter como en la vida real las puedo decir, solo que en Twitter tienes la reacción de manera inmediata, aparte que siempre hay alguien que te va a responder…
@Mamiganza: A mí nadie me respondía, y eso que algunas veces puse: “Me quiero morir” (pone su cara triste)
@Tuiterlandia: ¿Tuiteas para el público?
@Alecavag: Pienso que no. Solo tuiteo, y si alguien me quiere responder, pues bacán. Aunque también depende de si quiero respuestas o solo me quiero desfogar; y si me quiero desfogar y es como que muy pendejo, ya eso va para el blog.
@Tuiterlandia: ¿Cuáles son tus temas favoritos sobre los que tuitear?
@Alecavag: A veces sobre el sexo, pero depende de mi humor (si estoy arrecha o algo así). Después sobre la pichi.
@Tuiterlandia: ¿Sobre la que?
@Alecavag: Sobre la pichi, porque varias personas saben que mi vejiga es como que demasiado sensible.
@Tuiterlandia: Te orinas cuando te ríes.
@Alecavag: Casi me ha pasado; es más, casi me orino llegando acá. Había tomado durante el día bastante agua y, como había tráfico, tuve que llamar a mamiganza y decirle: “Dile a los demás que estoy perdida y que me hago la pila”. Nos hemos encontrado cerca a la calle de las pizzas y le digo: “No me hagas reír que me orino”, y esta huevona empieza a cantar la canción del semáforo de Yola.
@Mamiganza: Era para que te relajes.
@Alecavag: Pero yo me estaba cagando de risa. Tuve que estacionarme y meterme a un café a orinar.
@Tuiterlandia : El pata con el que las encontramos lo trajeron por seguridad.
@Alecavag: No, lo encontramos allí y nos pusimos a conversar.
@Tuiterlandia: ¿Alguna vez te has arrepentido de haber tuiteado sobre algo?

Lo piensa un poco, como si dudara si decirnos o no.

@Alecavag: Sí, sobre mi ex. O sea, no ponía el nombre, pero por mi blog, donde sí lo nombré (y, aparte, porque hay gente que me sigue en Twitter y son amigos de él), como que se enteró que estaba hablando de él. Me dio penita hacerlo, y él también me dijo: “Oye, deja de hablar sobre mí en Twitter”.
@Tuiterlandia: ¿Hablabas tan feo de él?
@Alecavag: No. No era que lo puteara o que hablara mal de él; solo comentaba cómo me sentía acerca de…  No importa; no tengo novio.
@Tuiterlandia: ¿Qué cosas te indignan?
@Alecavag: La mala ortografía, los Wachiturros, los amixers y la gente que no se cuida los pies. Odio los pies, pero siempre los veo. Es como si tuviera la necesidad de ver si están bien cuidados o no. Me fijo si tienen callos. Los pies son horribles. En el sexo no les presto atención, pero en la calle…
@Mamiganza: En el sexo no, porque están lejos.
@Alecavag: Depende de en qué posición estés. Por ejemplo, si estás en vaquerita al revés, se ven lo pies. O si estás en perrito…
@Tuiterlandia: Pero en perrito no ves los pies.
@Telasopapeo: ... a menos que seas el camarógrafo (risas)
@Alecavag: También me gusta mirar los potos, pero eso no me indigna. Aunque si el poto está fofo, es como que “ponte relleno, pues, dos billeteras o aceite de avión”.
@Tuiterlandia: ¿Qué cosa es lo mejor y lo peor de Twitterr?
@Alecavag: Lo mejor es que te desfogas, consigues respuestas inmediatas y, en el caso de que seas tímido, es como una forma de explayarte. Me pasa con una amiga que en persona es recontra tímida, y de hecho que el Twitter es, para ella, una forma de tener amigos y poder explayarse. Y lo peor de Twitter es el SPAM que pueden hacer algunas personas, pero no quiero decir quién. Rosa María Palacios le da RT a todos los tuits donde la putean. Lo peor son aquellos que creen que han inventado las reglas del Twitter. Si no te gusta cómo tuiteo, el botón de UnFollow está ahí nomás. Aborrezco a una tipa que se alucina la diosa del Twitter. Es demasiado grosera y muy mala onda. El polo opuesto es @Rodrivios, quien me parece un tipo muy educado.

Por ratos me mira con desconfianza, como pensando “¿por qué sabes tanto de mí?” Luego se ríe a mandíbula batiente ante mi cara de asustado. Nos cuenta que escribe algunos de sus posts sobre papel bond.

@Tuiterlandia: Tenía mucho miedo a entrevistarte. Has salido en La Mula, en La República…
@Alecavag: Nada, el pata estaba haciendo un reportaje sobre redes sociales, me pasó la voz y le dije ya, y por eso me trollearon los del blog de Bruno Acme.
@Tuiterlandia: ¿A qué hora tuiteas?
@Alecavag: Cuando me despierto, luego regreso a las 12 y en las horas que hay más tráfico. No me gusta que me digan tuitstar. Me llega, porque todo el mundo le da un significado diferente. Yo les respondo a todos…
@Tuiterlandia: Incluso he visto que agradeces a todos los que te dan follow…. ¿Te guardas tuits para cuando haya más gente?
@Alecavag: Sí, a veces lo he hecho. Depende de los tuits y de lo que quiero decir en el tuit.
“Si tuviera que definir mi forma de tuitear, solo puedo pensar en desubicada. Obviamente, no tuiteo sobre política ni economía. Trato de escribir como escribo en el blog y como hablo.
Del fútbol y de la política te podría decir que los italianos son churros y que Conga va o no va”.
@Tuiterlandia: ¿Cuál es el origen de la desubicada?
@Alecavag: La falta de ubicación. Sufro mucho para trasladarme de un lugar a otro. Una vez, quería ir al cine Alcázar y subí a un micro que me llevó al Rímac. Yo pensé que, como hay combis que dicen Jockey Plaza y van al Jockey, las combis que decían Alcázar me llevarían a ese cine. Mis amigas me llamaban y me preguntaban por qué no llegaba y yo les respondía “ya debo estar cerca porque el cobrador no deja de gritar ‘Alcázar’”. Cuando vi el letrero que decía “Bienvenidos al Rímac” quería morirme. Encima era un 14 de febrero.

Salta repentinamente sobre su asiento, se toca el pelo y mira hacia el techo. “Me acaba de caer una gota de agua”, nos dice.

La miramos extrañados. ¿De dónde podría caer agua si estamos bajo techo? Duda un poco y piensa que tal vez es su idea. Cuando otra gota le vuelve a caer, se pone nerviosa, como si un francotirador la estuviera apuntando o como si la nube de mala suerte (personaje de Los Picapiedra) la estuviera siguiendo. No queda otra que cambiar de mesa. Superado el trauma de la gota milagrosa, vuelve a sonreír y podemos continuar con la conversación, aunque, de rato en rato, se toca el cabello, como maldiciendo en silencio su suerte.


@Alecavag: ¡Fueron dos gotones! Yo me traumo rápido… Esa fue la gota que derramó el techo.
@Tuiterlandia: Eres tan tuitstar que esa gota es la forma en que el techo te acaba de dar FAV. Por cierto, hablas mucho de tu vida personal. ¿No te preocupa que la gente sepa demasiado de Alessandra?
@Alecavag: Pero es que Alessandra es la Desubicada y viceversa.
@Tuiterlandia: Hay tuiteros que cuidan mucho que nadie sepa su verdadera identidad, y creo que eso les da la libertad para contar lo que quieran de su vida, porque, aunque sea cierto, nadie sabe en realidad quiénes son ellos. Un caso resaltante es @La_Histérica, a quien quiero y admiro muchísimo.
@Alecavag: Oye, ¿leíste su post? Demasiado pornográfico, pero estaba bueno. No me da miedo que me conozcan. Hay gente que a veces me ve y me reconocen por el blog o por Twitter y me dicen: “Hola, Alecavag”. O, como me dice @Azpirrina, “Alecavagggggggggg”.
@Tuiterlandia: En la entrevista con @Trainsporking me pidió que te pregunte si te pica cuando se pone duro.
@Alecavag: Si está parado sí, me hinca.

Es mamá de un erizo. Sus ojos brillan cuando habla de él. Nos cuenta cómo llegó a su vida y todo lo que tuvo que aprender.

@Tuiterlandia: Cuéntanos sobre Sonic.
@Alecavag: Sonic llegó un 29 de mayo del 2011 en una cajita de pollo a la brasa.
@Mamiganza: ¿…del Pardo’s?
@Alecavag: La caja venía amarrada con un lazo. Era tan pequeño que entraba en la palma de mi mano, y ese fue el único día en que intentó morderme (porque son bien desconfiados). Tenía apenas 30 días. Unas amigas de Twitter me regalaron la casa, una ruedita y otros juegos para él. La primera noche no dormí. Siempre he sido muy maternal, por lo que me despertaba cada 5 minutos solo para asegurarme que estuviera bien. Por toda una semana, solo lo observaba para que se acostumbrara a mi presencia. Lo veía comer, jugar. Además, tuve que dejar una prenda con mi olor para que reconociera mi aroma.
@Tuiterlandia: ¿Eres amante de los animales o solo te gusta tener una mascota?
@Alecavag: Me gusta los animales, pero, por ejemplo, me indignan los zoológicos. Además, aquí deberían meter presa a la gente que maltrata o no cuida bien a sus animales.
@Tuiterlandia: ¿Tuits propios que te gusten más?
@Alecavag: Siento que me gustan los que he escrito últimamente sobre “mientras tú me ignoras…”

Le molesta que en La Era del Hielo 4 aparezca lo que ella claramente identifica como un erizo y digan que es un topo.

@Tuiterlandia: Estás en Twitter desde agosto del 2010. ¿Ha cambiado mucho desde esa época hasta ahora?
@Alecavag: Solo siento que hay más bots y trolls.
@Mamiganza: …Y más avatars de piquitos de pato.
@Tuiterlandia: ¿Cuáles son tus polémicas tuiteras que más recuerdas?
@Alecavag: Mi vida en Twitter es bien aburrida. Tengo muy pocos trolls.

Era difícil seguir el hilo de la conversación. @mamiganza y @alecavag saben cómo sacarte muy rápido de cualquier tema y tienen una anécdota o comentario sobre cada cosa.

@Tuiterlandia: 5 tuiteros que siempre buscas en tu TL.
@Alecavag: @Trainsporking, @sallesino @albertomontt @katiuskaflores y @azpirrina.
@Tuiterlandia: ¿Tú has hecho muchos amigos a través de Twitter?
@Alecavag: Sí. Hay mucha gente que se volvió primero mis amigos en Twitter y ahora lo son en la vida real.
@Tuiterlandia: Las personas que has ido conociendo… ¿se comportan igual en la vida real que en Twitter?
@Alecavag: No todos.
@Tuiterlandia: ¿A quiénes les das UnFollow y por qué?
@Alecavag: A la gente que genera SPAM, tiene mala ortografía en casi todos los tuits y a los que me dejan de entretener.
@Tuiterlandia: ¿Por qué un blog?
@Alecavag: Porque estaba de viaje (porque sé inglés XD) y mi familia me preguntaba cómo me estaba yendo. En vez de mandar el mismo correo siempre, decidí escribir en un blog.

Tuitea desde un Samsung Galaxy Ace que se compró después de vender la tablet que se ganó en una Tuitertón (dice que lo que ella quería ganarse era un consolador).

No paran de reírse. Nos dice que le duele la mandíbula de lo mucho que se ha divertido, pero ya es hora de irnos. Trabaja como cronista para una revista, pero dice que, después de su primera crónica, no la volvieron a llamar.

Antes de retirarnos, nos pide que la esperemos mientras va al baño. Al volver le dice al mutante que quiere dejarle sus huellas sobre la espalda y acariciar su pelada. Todos reímos mientras le acaricia el poco pelo que tiene. Dice que se siente como un erizo.

Salimos caminando por el parque Kennedy y nos pide que la acompañemos hasta donde dejó su medio de transporte. Se pone un casco, unas coderas, se sube a una patineta de color rojo y se va a toda velocidad sujetándose con una mano del timón mientras que, con la otra, nos dice adiós.

Lo Ronda de Helga

I <3 Twitter!


No, este post no habla acerca de sexo, penes, tetas ni potos. Tampoco encontrarás palabras soeces. Estás aún a tiempo de detener esta lectura. Sin compromiso, amigo.

Lo recuerdo muy bien. Era la época navideña de 2008. Abrí mi cuenta por pura curiosidad. La verdad, en ese entonces, ni mis amigos eran usuarios. Había encontrado a Chris Griffin (de hecho, fue uno de los primeros a los que seguí). Le había escrito algo probablemente sin sentido y, a los pocos minutos, me había respondido.





 No podía creer la magia en la que me veía envuelta. Sí, fue magia. Comunicarte a través de Twitter con uno de tus personajes de dibujos animados preferidos solo puede ser denominado como magia. Fue así que empezó mi gusto por el Twitter.

¿Y cómo dejar de tuitear después de esta experiencia mágica? Obviamente, no era posible. No quiero decir que ese primer tuit tenga la culpa de mi nivel de enganche actual. Sin embargo, con el tiempo, la relación entre el pajarillo azul y yo se convirtió en eso que llamamos “el uno para el otro”. Poco a poco, comencé a hacer amigos, enemigos, hice follow y unfollow, bloqueé y me bloquearon, troleé y fui troleada. En fin, siempre ha sido divertido.

Así, ya han pasado más de dos años que soy una usuaria activa. No hay día que no revise mi TL, a pesar de que algunas veces no escriba nada. Me divierte leer cada cosa bizarra que pueda encontrar. Debo reconocer y felicitar la creatividad (o copia) de algunas personas de mi TL. Otras veces, también, simplemente me provoca mandar a rodar a algunas personas por las cosas que dicen. Felizmente, no ha pasado. Creo que no soy de las personas a las que les gusta pelear brutalidades como esas a otros, pero, bueno, ese es otro tema.

Actualmente, debido al reciente trabajo rutinario que llevo, como la gran mayoría de personas, Twitter realmente se ha convertido en un refugio de relajo en relación a mis días laborales, en una forma de conocer nuevas personas, de obtener información incluso más rápido que los periódicos, en un medio que acorta las distancias y que hace que no deje de estar al tanto de lo que pasa en mi país. Es la puerta de entrada a un mundo en el que solamente se puede vivir de forma virtual, una puerta que no necesito tocar porque en Twitter todos somos bienvenidos.



Escrito por: @larondadehelga

domingo, 15 de julio de 2012

Desubicada

Domingos de Gomiseo.

Hoy tenemos a @alecavag, tuitera, blogera, tumblera y aún no sabemos en qué otras cosas más está metida, pero imaginamos que lo está haciendo muy bien...

viernes, 13 de julio de 2012

Raúl

La columna de hoy está a cargo de @SoyLaQueFui. Cualquier parecido con la realidad es PURA COINCIDENCIA.


El vino estaría en mi escritorio a media mañana. Tenía puesta la ropa que –según yo- me quedaba bien (todo negro, así intentaría ocultar mi desbordante figura). El aviso a mi jefa de que saldría temprano de mis prácticas en el Municipio y a mis padres de que llegaría tarde  estaba listo. Solo quedaba esperar.

El vacío existencial que me dominaba intentando alejar la soledad de mis días con cualquier persona… Naaa, ¿a quién miento? Tanta furia sexual acumulada durante años me hacía pensar irracionalmente sin medir precaución ni temor; solo la adrenalina corriendo por mis venas me guiaba (bueno, también mi peluchito) a seguir adelante con mis planes de aquella tarde de verano.

No recuerdo bien cómo lo conocí. Solo sabía que era un tipo de una voz dulce y juguetona, que se llamaba Raúl, que tenía, creo, 23 o 24 años y nada más. No foto, no idea de qué le gustaba y qué no; tan solo sabía que tenía que conocerlo esa tarde, y así sería.

¿Qué pasaría? Ni idea. Solamente me había contado que tenía un pequeño departamento en alguna parte de Javier Prado y que, a veces, se encerraba allí para pintar… Y la invitación para ver sus pinturas me sonaron a excusa desde el primer momento, pero un par de desconocidos que se quedan como idiotas mirando cuadros mientras toman una copa de vino sin nada más que hacer sonaba tan normal como ir a tomar una taza de té con alguna amiga del colegio.

Así que, neceser a la mano, pasadas las tres de la tarde, corrí al baño del primer piso (que es el más alejado y sin sapos a la vista) para intentar arreglar un poco mi cara no tan arreglada, perfumar zonas que podrían sudar y arreglar ropa interior que pudiera ajustar, levantar y duplicar el tamaño de mis desproporcionadas formas. Vino en mano, cartera en hombro, salí presurosa al encuentro del desconocido.

No necesite ubicarlo; él lo hizo. Tal vez la botella de vino chinchano en mi mano me delató, pero, en fin, lo hecho estaba hecho.

Un poquitín más alto que yo, rulos al por mayor cayéndole por los hombros (¡Pff! Otro hombre con el cabello más largo que el mío...), tez blanca, labios pronunciados, aspecto de rockero incomprendido (ahora que cuadro mis ideas, tiene un gran parecido a Mario Hart, el corredor de autos. Claro, agregándole el cabello y la ropa) ¡Ah! Y los botines, esos militares que tanto me gustan.

"Hola" aquí, "¿qué tal?" allá, un "guapa" aquí, un "gracias" allá. Y así, ¡puf! En tres minutos ya estaba metida en un taxi con él, camino a su depa a tomarnos unas copitas de vino, sanamente.

La conversación dentro del taxi fue tan efímera como mi interés por sus obras de arte. Solo pensaba en lo bonito que se vería en las reuniones de la oficina, o tal vez acompañándome a las fiestas de la familia... Bueno, mi madre no lo aceptaría. "¡Ese pelo, hija! ¡Ese pelo!", diría. Pero, a estas alturas, ¡¿a quién le importaba su pelo?! "Solo piensa, mami, qué lindos nietos tendrías…" Dejé escapar una risita nerviosa cuando bajábamos del auto que, claro, él no notó.

Llegamos a una zona residencial, que nunca había conocido (bueno, mi experiencia en calles era sumamente limitada, nací en Miraflores, estudie en Miraflores, trabaje en Miraflores, así que conocía .. a ver.. Miraflores?) Y me asalto la frase de Miña como una cuña en mi cerebro: “y si te pasa algo? – me había dicho- ten mucho cuidado”  demasiado tarde amiga, pensé, no me había percatado como demonios era que había llegado allí, ninguna avenida principal a la vista, ni carros de transporte público, nada! Solo una serpenteante sucesión de callecitas que me llevarían a algún lado si corría, me dejó un poco menos intranquila.

La casa tenía montón de pisos. “Ten cuidado -me dijo-. Intenta no hacer ruido y sube por esta escalera de caracol hasta donde te diga”. "¡Chispas!", pensé. ¿Sin ruido? Es decir, ¿se olvidaba que tenía tacones? En fin, subimos hasta llegar a un cuarto de puerta marrón oscuro, casi en el cuarto piso, creo. Entramos y el aspecto me chocó. Una cama, una tele, un inodoro y una ducha tipo de esas que hay en las cárceles (no es que haya estado en una, solo que veo algo de tele). Es decir, todo incorporado dentro de la habitación: sin separaciones ni nada, lo que significa que el inodoro estaba a pasos de la cama. Si quería hacer pis, pues, no habría escapatoria de que él tuviera que verme, y si tenía que cambiarme y arreglarme antes de salir, también estaría como sombra tras mío, y si –a estas alturas ya pensaba en todo- tenía que bañarme, también estaría cual espectador mirando desde la cama. Me frikié.

Pero, a pesar de eso, la habitación tenía una linda ventana que daba a un parque lleno de árboles altos y verdes. ¿Verde esperanza?

"Comparto el cuarto con un amigo -me dijo-. Él viene de vez en cuando. Es skater. Mira, esa es su foto. De una revisión rápida, me di cuenta de que el cuarto en sí era del amigo, no de él, y que de pinturas no había absolutamente nada, y que la casa era de la tía del amigo, o de algún familiar (fácil su mamá o qué sé yo), y que eso se debía a la petición de "shh" que me había hecho al entrar. Me frikié aun más.

Conseguimos abrir el vino con un cuchillo. Corcho dentro de la botella, comenzamos a beber sentados en la cama viendo la tele, algún programa musical y conversando tonterías. Mi mente ya volaba. "Sal de allí. Acábate el vino y sal". Pero el peluchito no pensaba igual, así que nos acabamos media botella y comenzó lo bueno.

Acabé desnuda en un tris. Sus ropas volaron por todas partes con la misma rapidez.

La danza sexual comenzó como un ligero vals para tomar un tono metalero, después acabando con un merengue súper acompasado. Nuestros cuerpos se movían como si tuvieran años de conocerse o como si supieran por dónde tenían y querían ser tocados. Ya para entonces no pensaba. Inhibí esa parte de mi cerebro y solo me dediqué a sentir; sentirlo tan fuerte como tan ligero a la vez. Su cabello en mi rostro, en mi espalda y sus peticiones eran cumplidas hasta antes de que termine de pronunciarlas. Y así, de pronto, ya estábamos viendo el mismo canal de música, pero abrazados y acurrucados en la cama.

"Qué genial -pensé-. Sí que fue bueno". Tomé otra copa más de vino, mientras él hacía eco audible de mis palabras no pronunciadas. “Eso sí que estuvo de la puta madre… y amerita un poco…” 

Sentada a su lado pensé: "¿Un poco de qué? ¿Tal vez vino, o un poco de descanso para continuar? Ese “poco” no me quedó claro, hasta que vi que metía la mano debajo de la cama y sacaba una bolsita zip lock, de esas transparentes con cierre hermético. Dentro de ella había una especie de hierba muerta, y en cámara lenta vi por primera –y única– vez en mi vida cómo se armaba un cigarrillo de marihuana.

Ese era el “poco” que había mencionado. Oculté mi asombro y desaprobación con un comentario estúpido sobre el programa que estaban dando cuando me dijo “¡Hey! Disculpa mi falta de caballerosidad. ¿Quieres un poco?” ¡Santos vicios Batman! Nunca había fumado un pucho... Naa, solo prendía los cigarros a mi abuela cuando tenía 8 años, pero ¿un pucho y de marihuana? ¿Qué de malo y qué de bueno habría en eso? Decidí hacer lo que haría cualquier chica en mi situación (según yo): tomé el pucho como si nada, me lo metí a la boca, absorbí un poco (pero no me lo pasé), se lo di  y boté todo el humo que pude.

asta ahora me lo pregunto: ¿Fue, acaso, que fumé un poco o que, creo yo, solo hice la finta? Un caso más sin resolver.

Aún acostados en la cama sin saber qué hacer, empezamos a conversar y, de pronto, tocan la puerta:

- Jean Pierre, ¿estás allí?
- No, tía. Ahorita viene. Me llamó diciendo que estaba en camino.

Con una de sus manos me hizo señas para que me escondiera. La pregunta era... ¿dónde carajos me escondería? No había lugar seguro ni puerta ni pared que me ocultase y, peor aún, desnuda, así que le mandé una mirada diabólica que tradujo inmediatamente en “no abras la puerta porque no hay dónde esconderse”.

- ¿Raúl? Hijito, ¿a qué hora viniste? ¿Me abres?
- No puedo, tía. Estoy avanzando el proyecto de la universidad que vamos a hacer con Jean, y si abro se va a volar todo. Pero ahorita viene y bajamos los dos; no te preocupes.

Claro que la señora no se lo creyó porque estuvo tocando la puerta cada dos minutos.

- ¿Ahora sí me puedes abrir?

Las excusas se le acababan a Raúl, así que decidimos arreglarnos, esconder debajo de la cama el vino (ahora que lo pienso, ¿que más tendrían escondidos bajo la cama esos dos chicos? Fácil y encontraba bolsas de condones, revistas  de sexo y más marihuana), sentarnos viendo la tele y hacer como que no pasó nada, hacerme pasar como una compañerita de la universidad y, dada mi pinta, una chica lo suficientemente seria como para hacer cualquier tipo de cochinada en una habitación. Su tía o lo que sea no sospecharía en absoluto que esa habitación olía a pecado...

Hasta que sonó la abertura de la puerta con una llave, mi corazón ya se quería salir del pecho, y mi mente volaba con miles de excusas que le daría a la tía del amigo ("voló" del verbo pensar, no del verbo vuela vuela…), cuando, de pronto, entra una figura delgada, alta, del mismo aspecto que Raúl, pero con la tez ligeramente bronceada. Era Jean Pierre.

Se sentó entre nosotros. Vinieron las presentaciones. Raúl sacó el vino, mientras Jean Pierre me contaba que era skater y que acababa de venir de Brasil, de un torneo sudamericano. Puso unos videos de sus “hazañas” sobre bases y formas altas y de esas que los skaters hacen, creo, pero comencé a percatarme de algo: curiosamente, tenía a Raúl sentado a mi izquierda y a Jean Pierre sentado a mi derecha, y el espacio entre los tres cada vez se iba aminorando mientras la conversación se iba calentando. No tomé conciencia de la cercanía de los dos, pues la conversación en sí estaba interesante. Intercambiamos mails, información de lugares, gustos, hasta que una pequeña parte de mi cerebro reaccionó colocando un cartel de ¡peligro, peligro!, así que me paré y les pedí que me acompañaran, pues ya era algo tarde y mañana tenía que trabajar. Me pidieron que me quedase para acabar el vino, para comprar algunos snacks y acabar la noche, pero ya mi subconsciente estaba en un carro camino a mi casa, así que, cortésmente, me negué y nos fuimos por el camino serpenteante a un paradero que jamás había visto.


Mientras me despedían en un taxi y yo, como idiota, mandaba besitos volados por la ventana, me di cuenta de que poquito o no, si tenía algo de marihuana en mi sistema, no hubiese hecho tanta estupidez si no la hubiese tenido, pero menos mal que no fue la suficiente para que nublara mi mente y accediera a quedarme con los dos, que, al parecer era, lo que tenían en mente. 

"No llegaría a tanto", dije bajito, mientras reía como imbécil mirando por la ventana de atrás.

domingo, 8 de julio de 2012

@AguadeManzana

Si Tuiter está lleno de locos, la cura la tiene esta tuitera. 

En nuestros domingos de gomiseo, el turno le toca a nuestra querida y divertida @aguademanzana. A seguirla.

sábado, 7 de julio de 2012

Carta desde el futuro.

“Hola amiguitos de Tuiterlandia, soy Pucpto y les escribo esta carta desde el futuro.

Sí. Soy un visitante del blog de Tuiterlandia dentro de 20 años. Vengo del 2032 y tengo muchas cosas que contarles.

En primer lugar felicitarlos porque serán los primeros en enterarse que el 21 de diciembre del 2012 no pasará nada. No habrá fin del mundo, ni nada parecido. Solo enviaré (por casualidad) a todos mis Followers fotos de Yola Polastri desnuda mientras me río como un demente, pero tranquilos, solo era una broma, no tenían que amargarse y quemar mi casa, PENDEJOS. En fin, el Perú seguirá siendo tal como es. Así que no se emocionen si creen que todo su martirio acabará el 21 de diciembre. No sucederá nada. Sí, les acabo de Spoilear la vida. Este año será uno más. Pero no crean que no fue una fecha interesante. Les platicaré de eso más adelante.

Sé que se preguntarán, en primer lugar “OigAn, pero zi ezte POST eztá echo dientro de 20 años, Kómo ezz ke llegó acá? JI JI JI, No Me eNgAñAn, eS de MeNtira XD :D”. Pues no, pendejos. A ver, presten atención. Se los explicaré bonito.


 Acá en el 2032 existen una serie de dispositivos que se conocen como “Time’s machine” o también como las “Taim’s Machin” como las llamo yo. Son unos aparatos interesantes que te colocas en una parte que prefiero no nombrar, y luego de un par de descargas eléctricas, logras cruzar la barrera del tiempo. Por cada descarga eléctrica que recibes, viajas un año hacia delante o hacia atrás. Como verán, 20 años no es poco, así que son varias descargas, motivo por el cual ahora mismo escribo este POST sin poderme sentar.

Pero eso no es lo importante ahora, lo que necesito comentarles y mi propósito de estar  aquí es advertirles que en el 2032, las cosas no marchan nada bien.

En primer lugar, pasó lo que muchos temíamos: tras incontables intentos por alcanzar la presidencia del Perú, finalmente Lourdes Flores ha ganado una elección y desde el día en que llegó a ese puesto, ha estado sentada en el sillón presidencial sin saber qué hacer. Se ve muy desmejorada y come desmesuradamente. No habla con nadie y solo se mueve para dormir. De vez en cuando grita: “¡¿QUIÉN DECÍA QUE YO NO IBA A GANAR, MAMÁ?! JAJAJÁ.” Pero luego vuelve a acostarse para cantar “Todo va a estar bien”, en posición fetal. Cabe agregar que dicha canción ahora es el nuevo himno nacional. 

Al parecer nunca pensó ganar una elección y ahora que la ha ganado, no tiene ni idea de qué hacer, por eso mi recomendación es que no le permitan llegar viva al 2031 o lo lamentarán muchísimo.



Otro factor preocupante es Lima. Luego del desastre ocurrido en Conga el 2014, que acabó con las aspiraciones políticas de Gregorio Santos, Humala perdería el control y empezaría a declarar estados de emergencia diarios. Incluso declararía en estado de emergencia a las personas, siendo los más afectados Rosa María Palacios, Cesar Hildebrant, Felpudini y Cucho la Rosa (El último actualmente es modelo de pasarela, pero esa es otra historia). Pero aún más afectado, se vio todo el pueblo limeño donde se decretaron hasta 72 estados de emergencia en solo una hora y media, acabando la policía con muchas propiedades. A día de hoy, no nos recuperamos. Mi consejo es: ¡MÁTENLOS A TODOS!



Por último, y no menos urgente, debo comunicarles con mucha pena que Yola Polastri ha logrado perpetuarse en la juventud y que se dedica a robar las edades a todos aquellos niños que participen de sus burbujitas. Actualmente muchos agentes se encuentran buscando sus Horrocruxes, y se cree que estarían ocultos en las lomas de Manchay pero al parecer ya es muy tarde. Ojalá y ustedes puedan buscarlos y detener su malévolo plan.


Finalmente, para despedirme, quiero advertirles nuevamente que el 21 de diciembre, no se asusten. Los mayas no harán nada, pero deben de comunicárselo a la población.
 Cuando yo lo viví, nadie lo sabía, por lo que mucha gente lloraba en las calles, otros rezaban, en mi caso, salí y grité: ¡YA DESCARGUÉ TODO EL PORNO QUE ENTRABA EN MI USB DE 16 GIGAS, QUÉ PASE LO QUE DIOS QUIERA!”. Entiendan, era la frustración. Pero incluso los tuiteros, conocidos por ser más serenos, escribían súplicas a mil por segundo y usaban múltiples #HT’s en la misma oración:
#PorFavor #Dios #TengoMiedo #Sálvanos #FF #SiguemeYteSigo
Realizando tantos TT’s al mismo tiempo  que tuiter explotaría y nunca volvería a funcionar.


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Por tanto es urgente que comuniquen esto ahora, si no desean llegar al futuro teniendo que usar como única red social el Hi5.
Dicho todo esto, ya es momento de retirarme, amiguitos de Tuiterlandia. No puedo quedarme por más tiempo, recuerden todo lo que les he recomendado y no se preocupen, que pase lo que pase, todo va a estar bien.


@Pucpto

viernes, 6 de julio de 2012

CUANDO TE BAJAS LA FALDA

@tumbluroso: No necesito mucha presentación; y no porque ya me conozcan sino porque no tengo mucho que contar de mí. Me llamo Geraldo, tengo 20, soy estudiante de ing. informática. Me enamoré de verdad sólo una vez, llegué a un punto en el que me podía gustar una chica diferente cada día. Una de ellas se llama Vanesa, me la presentó un amigo en el verano del 2008, por ese entonces era novia de alguien que yo conocía de siempre, pero que NUNCA fue mi amigo.
Con Vanesa pasó algo el verano de este año y la historia es mas o menos así.

El otro día me llamaste y me preguntaste si tenía tiempo para ti porque no habías tenido un buen día, te sentías peor que cuando estás con la regla y no querías hablar con nadie pero te acordaste de mí y de que teníamos una buena amistad. Me dijiste que tu novio te mandó a la mierda porque no te dejaste bajar la falda y que estabas llorando sola en tu cuarto porque odiabas todo lo que te había dicho y que por eso estabas pensando en terminar con ese pendejo. Me preguntaste si estaba solo, si podía hablar por teléfono. Te dije que estaba solo y que podía hablar por teléfono pero que podías venir a casa y estar solos y hablarte sin teléfono. Cuando viniste traías puesta la misma falda que no te dejaste bajar por tu novio y te invité a pasar a mi habitación y caminaste despacio porque tenías dudas y porque recordaste todas las veces que hablamos de sexo en las madrugadas pero cada que te veía sólo me hablabas de tus clases y tus recuerdos de la secundaria y los zapatos nuevos que acababas de comprarte pero que ya les habías roto un tacón el fin de semana pasado porque fuiste a una fiesta y terminaste borracha y de lo bien que te iba con tu novio aunque ambos sabíamos que no te iba bien porque yo conocía a ese baboso de toda la vida y a ti de todas las noches. Pasaste a mi cuarto y te acomodaste en la cama, cerré la puerta despacio pero con las manos fuertes, mis papás estaban cenando y no les importaba nada mucho menos que entraras a mi cuarto en falda.
Empezaste a hablar y empezaste a llorar, me dijiste que fue en su habitación y te gritó horrible, que quería tocarte y tú no tenías ganas pero él tenía músculos y intentó forzarte pero le diste una cachetada y te dijo que eras una perra que seguro ya se andaba encamando con otro. Apretaba mis puños queriendo tener su cara enfrente, yo era todo un pendejo pero jamás te hubiera tratado así. Empezaste a llorar y te agarré de las manos, me viste de frente y viste en mí a ese baboso, pero a un baboso bueno porque llevabas días sin paz y sin poder sentirte tranquila con él y todo los días peleaban y se gritaban y escapabas de ese mundo y te escondías en el tuyo. Te veías guapísima con el celular en tus manos mostrándome todos los mensajes que te mandaba ese hijo de puta pidiéndote perdón y yo lo único que podía hacer era decirte que ya mejor te olvides de él y que te calmes y que ya todo iba a pasar, todo eso y mirar tu escote cuando agachabas la cabeza para secar las lágrimas de tus piernas en falda. Luego te mostré algo que había escrito y te dio mucha risa y me gustó cuando dejaste de llorar para empezar a reír porque el cuento nunca se acaba y la vida no es una oficina, si haces algo mal aquí nadie te despide y pocos entienden eso. Te sentaste en mi computadora a revisar tu Tumblr y te reías de todos los .gif de gatitos que encontrabas, esa noche yo era tu gato, tu gato gordo y sólo necesitaba comida y agua y podía estar en tu techo todas las noches si quisieras. Luego volviste a mi cama y te acostaste mirando mi techo y el póster de Freddie Mercury que ahí tengo pegado y me acosté a tu lado para no dejarte sola y para tenerte más cerca a ti y a tu falda.

Respirabas profundo y te reías, te diste vuelta y me miraste. Suspiraste y sonreíste. Me viste y me agarraste. Soltaste mi mano y te alejaste. Me acerqué a ti y te quisiste ir. Volteaste y me abrazaste. Me diste un beso y nos fuimos a mi pared. Te bajé la falda y me mordiste el cuello. Éramos la revolución más mierdera de la época moderna pero no teníamos balas ni piedras ni partidos políticos, sólo nos teníamos nosotros. Como si fuéramos los últimos en nuestra especie riéndonos en silencio y ya no importaba si teníamos más dudas que ganas, esa noche reinábamos en mi cama.
Me pediste que me asegure de que la puerta tenga seguro y que apague la luz, invadiste mi cama y me pediste que fuera sobre ti y que haga lo que no dejaste que hiciera tu novio, que te baje la falda despacio porque teníamos tiempo pero no teníamos condones y me dijiste que sea cuidadoso y que no termine dentro de ti. Mi cuarto estaba todo oscuro pero había noche y había luna y estar adentro de ti era como estar afuera y ver la luna tocándose mientras nos veía, esa noche nos subíamos al metropolitano de la vida y nos bajábamos en todas las esquinas a vomitar borrachos y luego volver caminando tranquilos a casa, esa noche podía llevarte a la luna en combi si querías.
Bajarte la falda era como bajarte las penas y descubrir el mundo que tenías debajo y todo lo bonito que le quedaba al mundo después de tanta mierda estaba entre tus piernas, lo que sentíamos adentro también lo sentíamos afuera, porque se sentía el ambiente húmedo de una madrugada de domingo y todo era como estar en las calles, en sitios que no conocíamos pero nos gustaban y era recordar todas las noches juntos al lado del teléfono, sosteniéndolo con una mano y tocándonos con la otra, era como ser tu novio el tiempo que quisieras y el otro baboso era sólo eso, un baboso. Apretar tus caderas era como apretar tus ganas y no dejarlas ir, y encerrarlas en mi cuarto y ponerle seguro. Escucharte gemir era como escucharte cantar en tu ducha y escucharte reír era como escucharte gritar al cielo diciendo que la vida es una pendeja que cobra mucho.


Cuando terminé te pusiste la ropa interior y te subiste la falda, yo me quedé en mi cama viéndote pasear por mi cuarto buscando tus zapatos, tus medias y tus recuerdos. Me dijiste que ya tenías que irte porque era tarde, te pregunté si tenías hambre y si querías comer algo pero sólo me diste un beso y te fuiste rápido. Te llamé luego de una hora pero no me contestaste.
Un día después me llamaste y me preguntaste si tenía tiempo para ti porque no habías tenido un buen día,sólo querías hablar por teléfono. Ya no querías venir a mi cuarto. Ya no querías sentir todo lo que sentimos cuando te bajas la falda.



domingo, 1 de julio de 2012

@RocadeLima

Esta semana, nuestro Gomiseo no necesita de muchos preámbulos, el talento de este tuitero habla por si solo.


El Tuit preciso, en el momento justo, con ustedes: