miércoles, 10 de octubre de 2012

Mucho gusto, soy @rosicandylife


Mi abuelito @Tuiterlandiape me pidió que hiciera un post y ¡uy, no saben! Me emocioné tanto que casi boto la casa por la ventana. Lástima que no cabía.

Entré a Twitter porque quería hacerme famosa y ser una diva #okno. Entré en el 2010 porque quería pedir el nombre de una canción en el chat de Studio 92 y, como toda chibola obediente,  me creé mi cuenta en Twitter y los seguí. Al principio me dio igual tener Twitter. Creía que era red solo para "stalkear" a artistas y no sabia usarla muy bien. Ya cuando mi cuenta tenia medio año, la convertí en mi diario privado, donde expresaba todo lo que se me venia a mi loca mente. Al principio decía cosas tranquilas por el miedo a “qué van a decir de mi”, pero, con el tiempo, me fue importando un comino lo que piensen . 

Twitter fue mi catarsis, mi salvación y, así también, mi perdición. Me enamoré de un tuitero que, a pesar de ser muchos años mayor que yo, juraba sentir algo muy fuerte. Lamentablemente, por un café me enteré de que mi gran amor era un simple lorna que no podía olvidar a su ex. Pensé en alejarme de Twitter por un tiempo para olvidarlo, pero no lo hice, pues, en un arranque de autoestima elevada hasta el cielo, me dije a mi misma: "ME VALE VERGA ESE HUEVÓN. SI PUDE VIVIR SIN ÉL MUCHO TIEMPO, ¡¿CÓMO NO HACERLO AHORA?!" Escribo un blog donde quizá no todo sea verdad, pero todo salió de mi cabeza y hay 1% de posibilidades de que te guste.

Y sí, soy una chibola rara con cara de 12 y con un tamaño que no ayuda para nada, pero esa soy yo: una tuitera más.

@rosicandylife.

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